Holaaaa! qué tal equipo!?
Hoy os traigo un plan muy molón para ir con los enanos cuando llega el buen tiempo: un picnic.
El domingo pasado hicimos empanadas, tortillas, choricitos y croquetas y nos echamos al monte con los amigos de Tomás. Once niños y diez adultos: trina para unos, cervecita y tinto de verano para otros. Pinos centenarios, un riachuelo y mucho, mucho espacio para jugar, para respirar y para mancharnos de tierra, hojas y ramas secas mientras nos reímos durante horas. Los niños disfrutaron de lo lindo, no sabéis lo que corrieron, saltaron e imaginaron todos juntos al aire libre, sin puertas. Eso, al llegar a casa manguerazo con la ducha, agua negra caía de lo suicios que acabaron! Y la ropa, prelavado a mano con jabón de Villares antes de meter anda a la lavadora.
Aquí está nuestro look cómodo para el día en el campo.